El 2 de septiembre Medina del Campo celebra la festividad de San Antolín. Este santo ha estado vinculado a la villa desde el siglo XII y muy especialmente en época de los Reyes Católicos con la construcción de la gran colegiata de San Antolín.  Pero ¿quién fue San Antolín y por qué la devoción por él llega hasta Medina del Campo?

SAN ANTOLÍN Y MEDINA DEL CAMPO

San Antolín. Detalle del Retablo Mayor de la Colegiata de San Antolín de Medina del Campo.

Según la tradición, San Antolín era sobrino del rey visigodo Teodorico, quien intentó educar a su sobrino en su propia religión. Antolín no lo aceptó ya que había sido educado por sus fallecidos padres como cristiano. Por esta razón fue perseguido por su tío y huyó convirtiéndose en eremita. Pasados los años fue ordenado diácono y regresó a su tierra a predicar, pero el nuevo rey ordenó martirizar al santo y a sus compañeros decapitándolos y arrojando sus cadáveres al río Aregia. Sus cuerpos se recuperaron y se guardaron hasta que el rey Wamba que se encontraba en la zona de Narbona trasladó parte de las reliquias hasta Palencia donde al parecer mandó construir un pequeño templo en honor a San Antolín. Pasados los siglos, encontrándose el rey Sancho III de caza persiguiendo a un jabalí, este quedó atrapado en una cueva. En el momento en el que el rey iba a disparar el arco, su brazo quedó paralizado por lo que mandó averiguar cuál podría ser la razón. Al descubrirse los restos de la capilla, decidió que si recuperaba la movilidad del brazo erigiría de nuevo el templo, cumpliendo con lo prometido.

La llegada de la devoción por San Antolín tuvo lugar, como no podía ser de otra forma, de la mano de repobladores palentinos que se establecieron en Medina del Campo en el siglo XII. En concreto es el año 1177 en el que aparece la primera mención a “Sancto Antonino”. En un primer momento construyeron un pequeño templo románico-mudéjar en honor al santo, situado en la actual plaza mayor. Debido a la importancia política y económica que la villa adquirió en el siglo XV, se decidió elevar ese pequeño templo a colegiata. Fernando de Antequera, lo intentó en primer lugar pero fue su nieto Fernando el Católico quien en 1480 consiguió la bula papal que lo permitió. De esta forma comenzó la construcción del nuevo templo bajo el reinado de Isabel y Fernando.

LA COLEGIATA DE SAN ANTOLÍN DE MEDINA DEL CAMPO

El comienzo de las obras tiene lugar con Juan Gil de Hontañón a cuya muerte sucede su hijo Juan Gil el Mozo. El estilo artístico de la construcción es gótico tardío cumpliéndose sus características en la planta de tipo salón de tres naves a la misma altura y bóvedas de crucería estrellada. Cuenta con pilastras interiores y contrafuertes exteriores entre los que se abren capillas.

Al exterior llama la atención la gran torre con remate de planta octogonal sobre el que se sitúa una estructura que sustituye al chapitel destruido por un rayo en 1841. Otro elemento a destacar, es el balcón que se observa a la izquierda de la entrada, conocido como “Balcón del Pópulo”, en el que se encuentra la capilla abierta de Nuestra Señora de la Concepción. Esta capilla se creó para celebrar desde ella la misa en días de mercado permitiendo a los comerciantes oír misa y a la vez continuar con su actividad en la plaza mayor.

La construcción comenzó por la actual cabecera, en la que se sitúa la capilla mayor. Las primeras noticias datan de 1503, cuando el obispo Juan Ruiz de Medina adquiere el patronato de la dicha capilla. Destaca en ella el retablo mayor, en el que participan entre otros los escultores Juan Picardo, Juan de Astorga y Pedro de Salamanca y en el que aparecen representados en esculturas orantes los donantes de capilla y retablo, Juan Ruiz de Medina y Catalina Sedeño. Merecen mención otras de las capillas como la del Descendimiento, la del Cristo de la Paz o la de Quiñones. Ya en el siglo XVIII, el templo se vio ampliado con la construcción de la capilla de las Angustias en un solar propiedad del cabildo colegial donde el gran retablo barroco da cobijo a importantes piezas escultóricas del siglo XVI.

San Antolín ha estado muy presente en la vida de Medina del Campo a lo largo de los siglos, pero especialmente en el mes de septiembre cuando la villa se viste de fiesta para festejar a su patrón.

Fachada principal de la Colegiata del San Antolín de Medina del Campo.

Por Loreto Sacristán Guijar.

Historiadora del Arte y Gestora Cultural.

BIBLIOGRAFÍA:

Fundación Joaquín Díaz. “Almanaque popular 2024”.

https://funjdiaz.net/almanaque-ficha.php?id=902

DEL BARRIO SÁNCHEZ, ANTONIO. “Medina del Campo. La villa de las Ferias”. Valladolid, 1996. ÁMBITO Ediciones, S.A.